Un grupo de investigadores liderado por
Ross Powell –un geólogo glacial de la
Universidad del Norte de Illinoins- ha descubierto un
ecosistema acuático bajo un gigantesco
glaciar de
740 metros de profundidad ubicado en la
Antártida Occidental. El hallazgo supone la confirmación de que es posible hallar vida animal
no microbianaen un fondo marino sellado por hielo y, a priori, totalmente estéril debido a la escasez total de luz solar.
Una criatura hallada en este oasis pasa frente a la cámara
El hallazgo ha sido publicado en la revista «
Scientific American», donde el susodicho geólogo glaciar (de 63 años de edad) ha afirmado estar sorprendido por el descubrimiento realizado y por la capacidad que ha tenido el
pequeño ecosistema para sobrevivir lejos del sol. «Es increíble, estas áreas tienen muy poca comida, están desoladas y no favorecen la existencia de vida», ha señalado el experto en la publicación.
La misión inicial
En principio, el grupo acudió a este glaciar (del tamaño de Francia) para investigar su historia y el tiempo que tardará en desaparecer. Sin embargo, a principios de enero decidieron comenzar a perforar el hielo con ayuda de un
taladro de calor con el objetivo de averiguar si era posible que alguna criatura que no fuera un
microbio habitara bajo él. A su vez, para realizar esta investigación se ayudaron de un robot manejado por control remoto llamado «
Deep Scini Rov». Su misión: bajar hasta las profundidades más inhóspitas del glaciar para explorarlo en primera persona.
Ross Powell
Al descender, la sorpresa de los investigadores fue superlativa cuando el robot halló más de una
treintena de peces sobreviviendo bajo los 740 metros de hielo. «No fue un encuentro casual. Está claro que formaban parte de una comunidad que vive allí», determina el experto. De entre todos los animales hallados, se destacan
crustáceos, peces de diferentes tamaños y varios tipos de animales invertebrados.
¿Cómo se alimentan?
Una de las incógnitas que investigará el equipo es cuál ha sido la
alimentación de estos animales. «Tenemos que preguntarnos lo que están comiendo. La comida es escasa y cualquier energía obtenida se gana de forma costosa. En este lugar es difícil sobrevivir», determina Powell. Entre las teorías que se barajan, el experto cree que una manera mediante la que podrían nutrirse sería haciendo uso de del
planctonque, cultivado cerca de la superficie, podría llegar hasta esas profundidades con el paso de los años.
Las criaturas halladas van desde peces hasta crustáceos
Por otro lado, también se cree que los animales podrían obtener vitalidad a través de la energía química del interior de la Tierra (la cual, según determina Powell, sustituiría a la que llega desde el sol). Finalmente, los investigadores han considerado la posibilidad de que se nutran de
bacterias.